La sostenibilidad de las pensiones en jaque: hay un trabajador mayor de 51 años por cada uno menor de 30
La continuidad del sistema de pensiones lleva varias décadas en tela de juicio. La proporción de trabajadores que se acercan a la jubilación con respecto a los nuevos trabajadores, la denominada tasa de reemplazo, es cada vez menor y, en la actualidad, ya hay un trabajador al borde del retiro por cada uno menor de 30 años.
El mercado laboral español afrontará durante los próximos años una salida masiva de trabajadores activos que pasarán a la jubilación, y que no se compensará totalmente con la entrada de nuevos trabajadores. En concreto, casi uno de cada tres personas en edad de trabajar, 9.491.311 del total de 30.555.766, tiene hoy entre 51 y 64 años, con lo que es previsible que durante los próximos años pase a la jubilación.
Por el contrario, el grupo de trabajadores o potenciales trabajadores de los 16 a los 30 años cuenta con 7.327.602 personas, lo que provocará una diferencia entre quienes salen y quienes entran o acaban de entrar al mercado de más de dos millones de personas. De esta forma, si se calcula la proporción hay 1,29 trabajadores potenciales por cada trabajador mayor de 51 años.
Así se desprende del estudio FPAnálisis, realizado por el Observatorio de la FP de CaixaBank Dualiza en colaboración con Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad, que muestra que esa diferencia será mayor en comunidades como Asturias, Castilla y León, Cantabria o Galicia, mientras que será menor en Murcia, Baleares o Andalucía. Por sectores, el de administración pública y defensa será el que más jubilaciones afronte -casi el 45% de quienes se dedican a él tiene más de 51 años-, seguido de otros como actividades inmobiliarias -41,4%- o actividades de hogares como empleadores y productores -38,8%-.
En cuanto al nivel formativo, quienes dejarán el mercado laboral los próximos años tiene una educación inferior a quienes se irán incorporando o se acaban de incorporar. Con ese panorama de falta de profesionales será clave adecuar las necesidades del mercado con la formación del alumnado, lo que obligaría además a afrontar el elevado nivel de sobrecualificación que tiene el mercado laboral español.
La situación es insostenible para las arcas públicas. El gasto en pensiones roza ya los 11.000 millones mensuales y ha marcado en diciembre un nuevo récord. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, derogó la reforma que aprobó el PP en 2012 por la que se limitaba el incremento de las pensiones a un máximo del 0,25%. Sánchez ha impuesto de nuevo el sistema antiguo: ligar la subida de las pensiones a la previsión para ese año de la inflación. Este año, un 8,5%.
De esta forma, el país se encamina en su conjunto hacia la marca de un pensionista por cada dos trabajadores, pero hay algunas regiones que están más envejecidas y más ‘vaciadas’ que se acercan ya al límite de un trabajador por cada pensionista. Las reformas que desde 2011 se vienen acometiendo para garantizar la sostenibilidad del sistema conllevan, en la mayoría de los casos, una disminución de las expectativas del importe de la pensión. La elevación progresiva de la edad de jubilación, mayor exigencia de años cotizados, la ampliación de las bases de cotización, o la concreción de un factor de equidad intergeneracional son medidas encaminadas a afrontar estas presiones, y que podrían reducir en los próximos años el importe de las pensiones.